Centros Especiales de Empleo

Para la integración directa en el mercado laboral de personas que tienen algún tipo de discapacidad, podemos acudir a lo que se denomina mercado protegido, o bien, hacerlo por medio de un Centro Especial de Empleo.

El objetivo de estos centros es proporcionar un trabajo productivo y remunerado a personas discapacitadas. Para alcanzar esta meta, atienden a sus características personales con el objetivo de facilitar su integración laboral.

Gracias a ello, ya son más de 60.000 personas con una discapacidad las que están trabajando en diferentes Centros Especiales de Empleo por todo el territorio nacional. España cuenta hoy en día con más de 2.000 centros.

Hay que subrayar que la integración de estos trabajadores ha cobrado si cabe aún más importancia en los últimos años, dado que la pandemia ha golpeado también en gran medida este sector. Los datos indican que más del 60% de discapacitados no busca ni tiene actualmente trabajo.

Es por esta razón que las administraciones públicas de cada comunidad juegan un papel muy relevante, y lo hacen tanto por medio de los CEE ya existentes, como con ayudas específicas para la creación de nuevos centros.

Ya sean sociedades, asociaciones, fundaciones y otras comunidades de bienes, de carácter público o privado, todas trabajan junto con las administraciones para optimizar los recursos disponibles de la mejor manera posible.

Podemos encontrar empresas ligadas a sectores tan dispares como el de lavandería, limpieza, tratamiento de datos, textil, jardinería, etc., cada uno de ellos con su propia normativa para regular el tipo de lugar y las funciones que pueden desempeñar estas personas.

¿En qué consisten los CEE?

Los Centros Especiales de Empleo son creados para la integración social de las personas que cuentan con algún tipo de minusvalía, y como ya hemos mencionado, lo realizan por medio de la creación de puestos de trabajo.

Para ello, dotan de empleos a personas que tienen una parálisis cerebral o una discapacidad igual o superior al 33%, y disponen de otras actividades para personas con una discapacidad física igual o superior al 65%.

Además, los que ya cuentan con una formación, pueden tener una mayor implicación en ciertas tareas. Si no es así, esto tampoco supone un impedimento, puesto que los centros especiales brindan acceso a diferentes cursos dentro o fuera de la empresa.

Los CEE, también ofrecen una asesoría que garantiza el funcionamiento de la empresa en la inserción de estas personas. Cuentan con diferentes bases de datos para perfilar al usuario y adaptarlo a las necesidades de la compañía, lo que ahorra el tiempo de proceso y reduce el coste de contratación.

Asimismo, los recién llegados a este sector, precisan de un estudio previo económico que haga viable a largo plazo el proyecto en cuestión. De lo contrario, si esto no queda garantizado, no será posible la creación del Centro Especial de Empleo.

Otro requisito, además de contar con trabajadores que tengan un grado de discapacidad superior al 33%, es tener la acreditación de la personalidad del titular del empresario. Se debe inscribir el lugar en el registro de la dirección general de empleo.

Por otro lado, cabe señalar que las empresas adheridas pueden beneficiarse en algunos aspectos en función de si los empleados están contratados de forma indefinida o con jornada parcial o completa, además de recibir asistencia técnica para el mantenimiento del trabajo.

¿Qué ofrecen los Centros Especiales de Empleo?

Aunque estos centros compiten en el mercado con el resto de empresas, se sabe que aquellas públicas o privadas con 50 o más empleados fijos, apenas cuentan con un 2% de personas con discapacidad dentro de sus plantillas.

Es por ello que podemos afirmar que los CEE son una fuente de empleo para personas con cualquier minusvalía. Y no solo eso, sino que también hablamos de un trabajo estable y remunerado que les permita una independencia económica.

De la misma manera, les ofrecen ayuda durante todo el proceso laboral. Al mismo tiempo, las empresas reciben apoyo en los procesos de selección. Por tanto, ambas partes disponen de una serie de ventajas, ya sea para eliminar barreras, o para mejorar la capacidad productiva.

¿Cómo aplicar a un CEE?

Para aplicar a un Centro Especial de Empleo, debes ser un trabajador certificado con una discapacidad igual o superior al 33%, y ser reconocido como tal por el organismo competente.

En este punto, es preciso recordar que la determinación del grado de minusvalía se lleva a cabo por un equipo de profesionales que ya tienen unas normas establecidas reglamentariamente.

Por otra parte, debes estar inscrito en el servicio público de empleo, y no haber estado vinculado en una empresa 24 meses antes de la contratación.

En lo que concierne a las empresas que quieren formar parte de este programa, por lo general, buscan contratar un mínimo del 70% de trabajadores con alguna discapacidad dentro de su plantilla.

Los contratos que ofrecen este tipo de Centros Especiales de Empleo suelen ser de carácter indefinido. En cuanto a la cotización de la seguridad social, se aplica aquello que más beneficie al usuario.

Normalmente, estos espacios brindan contratos con un pacto de tiempo de adaptación que contiene a su vez un periodo de prueba, ya que es necesario que la persona sea capaz de adaptarse a las condiciones de trabajo. Este periodo no puede exceder los 6 meses.

Por el lado de la jornada de trabajo, se tiene en cuenta lo dispuesto en los estatutos de trabajadores, donde se prohíbe realizar horas extras, salvo en aquellos casos que sean inevitables.

Asimismo, el trabajador tiene la posibilidad de ausentarse del trabajo para acudir a una consulta médica con previo aviso de al menos un día, y disponen del derecho de remuneración si estas ausencias no son más de 10 días en un semestre.

En definitiva, el trabajador debe tener una productividad adecuada a sus características individuales. A cambio, disponen de la oportunidad de favorecer su adaptación personal y social para poder tener una buena integración laboral.

Los equipos de profesionales velan por el cumplimiento de todo esto, realizando una revisión cada dos años. Si observaran por ejemplo que puede haber algún tipo de riesgo, lo notificarían al centro para poder cambiar al trabajador a un puesto más adecuado.

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